domingo, 9 de marzo de 2014

Relación Alumno-Docente


    Si conociéramos ¿qué carece el alumno?, ¿cómo aprende él?, ¿qué es lo que espera?, nos seria mas fácil dar a conocer lo deseado y obtener el resultado esperado.

No basta con con impartir la clase, hay que sentir lo que hacemos...

¿Por qué no avanza en la clase?
¿Por qué es tan desordenado?
¿Por qué no muestra interés?
¿Por qué no es como los demás?...

Decenas de preguntas pueden surgir ante el frustra-miento del docente al ver que alguno de sus alumnos no alcanza el objetivo deseado. Pero... ¿por qué? Creo en lo particular esa es la pregunta que deberían hacerse.

Conocer un poco de la historia del alumno, el tratar de ayudarlo, el comprender-lo, favorece la capacidad e interés de aprender del alumno.

Otra parte importante de la relación es lo siguiente:

La pedagogía nos habla de la "motivación intrínseca" en la Relación Alumno-Docente. Con ello nos referimos el apoyar moralmente al alumno: mostrar interés por el alumno: reconocer su capacidad, palabras que alientan al alumno a seguir adelante.

Importante es preocuparnos por el alumno, no hacer juicios inmediatos, e interesarnos por su perfil. Así obtendremos mejores resultados.

El vídeo siguiente muestra una pequeña relación sobre la importancia de de concer al alumno, antes de de crear estereotipos del mismo.




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